PALABRAS DEL DIRECTOR

  

En una sociedad que suele envolver las desigualdades en discursos vacíos, La Predica de JFT se levanta como un acto de responsabilidad y transformación genuina.

No estamos aquí para celebrar promesas, sino para exigir acciones concretas. La justicia social no debe ser un ideal a medias.


Mientras el poder se acomoda, la sociedad exige dignidad y respeto excluyendo de la comunidad a los que se sumergen en el interés personal.

.

La justicia no es un lujo; es la base de una sociedad que se respeta a sí misma. El cambio no es una sugerencia: es

una necesidad urgente. Es el momento de que el poder responda con altura, devolviendo a la sociedad, lo que le pertenece: dignidad, igualdad y justicia real.


La Predica de JFT se levanta como un acto de responsabilidad que busca la ansiada transformación, el genuino derecho a ejercer la libertad a pesar de los obstáculos que colocan los trajinados, los falsos, los convencidos, los desalmados...aquellos inservibles personajes de la antigua y caduca política.