Desde comerciantes hasta constructores, los cobros ilegales paralizan a quienes intentan ganarse la vida. Los cobros ilegales asfixian a comerciantes y constructores, sembrando el miedo como regla. No se negocia, se paga, o se pierde todo.
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"La extorsión no solo roba dinero; roba libertad y esperanza."
La llaga que paraliza al Perú
La extorsión no es solo un delito, es un síntoma de un Perú que no ha sabido proteger a los más vulnerables. Desde las calles hasta los negocios familiares, las redes extorsivas avanzan como una sombra que asfixia el progreso.
La pequeña vendedora ambulante, el transportista, el constructor… ninguno escapa a esta plaga. Cada cuota pagada es una derrota más del Estado y una muestra del miedo que gobierna. Pero la extorsión no prospera sola; encuentra en la complicidad y la impunidad el terreno fértil para crecer.
Enfrentar este problema no es opcional; es la única manera de devolver la dignidad a un país que merece vivir sin miedo.
La cuota del miedo en un Perú paralizado
Cuando los extorsionadores cobran, lo hacen con algo más que dinero: roban el futuro de quienes intentan trabajar con dignidad. Desde las calles de las ciudades hasta las periferias olvidadas, cada pago extorsivo representa una herida que el Estado no logra sanar.
No es solo el ambulante que debe entregar su ganancia diaria o el transportista que recibe amenazas. Es el Perú que pierde su fuerza, el Perú que acepta el miedo como moneda de cambio.
Combatir la extorsión no se limita a perseguir criminales; significa reconstruir un sistema que permita soñar y trabajar sin amenazas. Porque donde reina el miedo, muere la esperanza.
| La otra cara |
La indiferencia del estado
La extorsión no es solo un problema criminal; es el resultado de un sistema fallido que ha permitido que el miedo sea la regla. La inacción de las instituciones ha convertido a comerciantes y empresarios en rehenes de redes organizadas que operan con total impunidad.
Mientras el Estado mira hacia otro lado, las víctimas pierden más que dinero: pierden sueños, libertad y confianza en el futuro. La extorsión prospera porque la corrupción y la negligencia la alimentan. Es hora de que el Estado asuma su responsabilidad y devuelva la seguridad a los peruanos.
El cáncer silencioso que devora al Perú
La extorsión ha dejado de ser una amenaza aislada para convertirse en un fenómeno que desnuda las debilidades de nuestro país. Es el reflejo de un Estado que ha permitido que la corrupción sea el lenguaje dominante y que la justicia esté al servicio de unos pocos.
Cada negocio extorsionado, cada trabajador que paga por su seguridad, representa una herida abierta en el alma del Perú. La extorsión no se combate con discursos, sino con acciones concretas que pongan fin a este ciclo de impunidad y desesperanza. El Perú debe elegir: ser víctima del miedo o construir un futuro donde la dignidad no se negocie.
Un Estado que se rinde
La extorsión en el Perú es el reflejo de un Estado que abandonó a su gente. Desde las grandes ciudades hasta los rincones más remotos, los cobros ilegales son una sentencia diaria para quienes intentan subsistir.
Los extorsionadores prosperan porque el Estado calla, porque la justicia nunca llega y porque los corruptos abren las puertas a estas redes criminales. La inacción oficial es la mejor aliada del crimen.
Cada negocio extorsionado, cada familia sometida, es una prueba más de un sistema que necesita ser reconstruido desde sus cimientos.
El Precio de la complicidad
El fenómeno de la extorsión no se explica sin señalar a quienes permiten su crecimiento. Son las autoridades que miran hacia otro lado, los sistemas judiciales que no funcionan y la sociedad que, en su silencio, se vuelve cómplice.
El costo es alto: comerciantes que pierden todo, familias que viven con miedo y un país cuya economía y libertad se asfixian bajo cuotas ilegales. La pregunta no es cómo llegamos aquí, sino hasta cuándo lo permitiremos.
AFORISMOS
1. "La extorsión no solo roba dinero; roba libertad y esperanza."
2. "Un país sin justicia es un país sometido al miedo."
3. "El silencio frente a la extorsión es el mayor acto de complicidad."
4. "Cada cuota pagada es una derrota de la sociedad frente al crimen."
5. "La dignidad no se negocia; se defiende."
6. "La verdadera justicia comienza cuando el miedo deja de gobernar."
7. "Un Estado que permite la extorsión pierde su razón de ser."
8. "El miedo no puede ser la norma en una sociedad que aspira a ser libre."
9. "La extorsión es la plaga de un país que necesita recuperar su fuerza."
10. "El Perú merece un futuro donde el trabajo sea respetado, no extorsionado."
11. "La extorsión es el precio que pagamos por un Estado ausente."
12. "Donde reina el miedo, desaparece la libertad."
13. "Un negocio extorsionado es una derrota para toda la sociedad."
14. "La justicia no llega cuando el silencio se vuelve norma."
15. "Un país sin seguridad es un país sin futuro."
16. "El miedo no puede ser la moneda que gobierne nuestra economía."
17. "Cada cuota extorsiva es una cicatriz en la dignidad del Perú."
18. "El progreso es incompatible con la extorsión."
19. "Silenciar el miedo es el primer paso para vencerlo."
20. "La extorsión no mata solo negocios; mata esperanzas."
INFORME
ANTECEDENTES
La extorsión en el Perú ha crecido de forma alarmante, afectando a sectores vulnerables como comerciantes, transportistas y trabajadores de construcción civil, y extendiéndose a sectores formales. Lo que inició como amenazas locales ha evolucionado en un fenómeno sistemático y organizado que asfixia a quienes buscan ganarse la vida.
Las principales modalidades de extorsión incluyen:
- Cobros ilegales por espacio de trabajo: Trabajadores ambulantes y de construcción civil deben pagar cuotas diarias por "derecho a operar".
- Préstamos “gota a gota”: Créditos informales con intereses usureros, respaldados por amenazas violentas.
- Extorsión telefónica: Amenazas mediante llamadas y mensajes para exigir pagos inmediatos.
- Secuestros extorsivos: Retención de personas o vehículos, liberados tras el pago de rescates.
- Explotación sexual y cuotas por protección: Extorsión vinculada a actividades clandestinas.
Este fenómeno se ha visto potenciado por la expansión del uso de tecnologías modernas y por el avance hacia nuevas zonas económicas, incluyendo provincias y áreas rurales. La falta de control estatal, la corrupción institucional y la impunidad han permitido su proliferación.
ANÁLISIS
Entre 2007 y 2023, la extorsión ha evidenciado un crecimiento sistémico, impulsado por redes criminales organizadas que aprovechan las vulnerabilidades sociales y la falta de respuesta estatal.
Factores Clave:
- Expansión territorial: La extorsión ha salido de las grandes ciudades, alcanzando provincias y zonas rurales.
- Corrupción institucional: Funcionarios corruptos facilitan la operación e impunidad de estas redes criminales.
- Tecnologías modernas: Plataformas digitales y telefonía amplifican las amenazas, reduciendo los riesgos para los extorsionadores.
- Modalidades diversificadas: Lo que comenzó con amenazas locales ahora incluye sectores formales y organizados.
Impactos Identificados:
- Sociales: Aumento del miedo, inseguridad generalizada y sometimiento comunitario.
- Económicos: Quebranto de pequeños negocios, paralización del crecimiento comercial y distorsión del mercado local.
- Políticos: Pérdida de confianza en las instituciones y deslegitimación del Estado frente a su incapacidad para resolver el problema.
PROPUESTAS ESTRATÉGICAS
Para enfrentar esta crisis estructural, se proponen las siguientes acciones estratégicas:
1. Fortalecimiento de unidades policiales especializadas:
- Crear equipos de investigación con enfoque exclusivo en delitos de extorsión.
- Capacitar a las fuerzas del orden en el uso de inteligencia digital para rastrear y desarticular redes criminales.
2. Reforma judicial acelerada:
- Implementar procesos judiciales rápidos y eficientes para resolver casos extorsivos con sanciones ejemplares.
- Garantizar la protección y anonimato de víctimas y denunciantes.
3. Control del uso de tecnologías ilícitas:
- Regular y rastrear plataformas digitales y telefónicas utilizadas como medios de extorsión.
- Implementar bloqueos efectivos en centros penitenciarios, principales focos de extorsión telefónica.
4. Campañas educativas y preventivas:
- Informar a la población sobre los riesgos de préstamos informales “gota a gota” y otras modalidades de extorsión.
- Desarrollar programas de prevención en sectores vulnerables con el apoyo de organizaciones comunitarias.
5. Combate frontal a la corrupción:
- Identificar y sancionar a funcionarios cómplices de las redes de extorsión.
- Transparentar la actuación de autoridades locales y judiciales frente a estos delitos.
La extorsión en el Perú representa una amenaza crítica no solo para sectores vulnerables, sino también para el desarrollo económico y la gobernabilidad del país. El problema requiere un enfoque integral y urgente que articule la acción policial, judicial y social, con políticas de prevención y control que eliminen las condiciones que favorecen la proliferación de este delito.
El fortalecimiento institucional y el uso estratégico de tecnologías serán clave para enfrentar este fenómeno y devolver la confianza a la ciudadanía.

INFORMACIÓN DEL AUTOR
Jaime Freundt López es un líder político visionario y comprometido con construir un Perú moderno, justo y solidario. Su enfoque se basa en tres pilares fundamentales: la honradez, la transparencia y el trabajo. Con una sólida trayectoria en gestión pública y comercio exterior, Freundt busca modernizar instituciones y fortalecer la participación ciudadana para crear un Perú más equitativo, descentralizado y próspero.
El liderazgo de Jaime Freundt (JFT) está orientado a generar cambios positivos y sostenibles en beneficio de todos los peruanos, promoviendo la justicia social, la educación y la salud como derechos fundamentales. Además, se enfoca en impulsar el desarrollo económico sostenible, la innovación y la competitividad, para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y posicionar a Perú como un país líder en la región.
JFT también se compromete a fortalecer la democracia y la gobernabilidad, promoviendo la participación ciudadana y la transparencia en la gestión pública. Su visión es construir un Perú donde todos tengan oportunidades y puedan desarrollar su potencial, en un ambiente de paz, seguridad y respeto a los derechos humanos.