2503-10
----------------------------------------------------
La política peruana está enferma de discursos y vacía de acciones reales. Se habla de combatir la pobreza, pero la pobreza sigue ahí. Se dice que se apuesta por la salud pública, pero los hospitales siguen sin medicinas. El Juicio Final no es religioso: es político. Y lo dicta la memoria de cada ciudadano ignorado. Gobernar es servir o traicionar, no hay otra opción.
----------------------------------------------------
"Servir es la única forma legítima de mandar."
El poder como servicio: entre la compasión y la indiferencia
Hay dos formas de ejercer el poder: como servicio o como privilegio. Quien gobierna para servir convierte cada decisión en un puente hacia los invisibles, los que no tienen voz, los que nadie escucha. Quien gobierna para dominar, convierte cada ley en un muro, cada decreto en una herramienta de control y cada acto en una ceremonia de autocelebración.
El verdadero poder es servicio, pero no servicio abstracto o teórico. Es pan para el hambriento, agua para el sediento, techo para el sin hogar, salud para el enfermo y dignidad para el preso olvidado. Es política encarnada. Y esa forma de gobernar no es una estrategia comunicacional: es un acto de amor político, una vocación radical.
Quien entiende que el cargo es una oportunidad para hacer justicia concreta, y no para engordar su ego o su cuenta bancaria, camina derecho hacia la historia. Quien convierte el poder en herramienta de dominación, camina directo al basurero de la memoria. El juicio político final no lo dicta la prensa ni las encuestas: lo dicta el hambre saciada o el hambre ignorada.
| La otra cara |
La política de la indiferencia institucionalizada
Hay algo más cruel que la corrupción abierta: la indiferencia. Gobiernos que saben quién sufre y por qué, pero eligen mirar para otro lado. Gobiernos que convierten el hambre, la violencia o la exclusión en parte del paisaje, como si fueran fenómenos climáticos inevitables.
La indiferencia es la peor traición política, porque mata sin ensuciarse las manos. Es una forma sofisticada de crueldad, disfrazada de tecnocracia. El líder indiferente puede dormir tranquilo, porque sus crímenes son invisibles. Pero cada niño sin escuela, cada anciano sin medicina y cada madre sin techo es una sentencia histórica. La indiferencia es corrupción emocional.
Servir al invisible: la revolución silenciosa
Gobernar desde el servicio no es una consigna, es una práctica. Es visitar hospitales sin prensa, es escuchar barrios sin cámaras, es construir políticas públicas desde el piso y no desde el escritorio. Es gobernar con el pueblo y no sobre el pueblo.
El verdadero estadista es el que convierte cada acto de gobierno en un gesto de servicio real. No necesita pancartas, necesita convicción. No busca el aplauso fácil, busca el resultado justo. Y cuando se va, deja como único legado ciudadanos más dignos, no placas conmemorativas.
AFORISMOS
1. Gobernar es servir o traicionar, no hay punto medio.
2. Cada acto de gobierno es una declaración de principios.
3. La indiferencia mata más que la corrupción.
4. No se gobierna desde el escritorio, se gobierna desde la calle.
5. El poder es un privilegio cuando olvida al débil.
6. La verdadera política es pan, agua y dignidad.
7. Quien no sirve al pueblo, se sirve del pueblo.
8. La historia absuelve a los que sirvieron y condena a los que se sirvieron.
9. Cada pobre ignorado es una mancha en el alma de un gobierno.
10. Servir es la única forma legítima de mandar.
PROPUESTAS
- Crear un Sistema Nacional de Alertas de Indiferencia, que registre casos de abandono estatal crónico (escuelas sin docentes, hospitales sin insumos, barrios sin servicios) y los haga públicos.
- Implementar un Gabinete del Invisible, donde ciudadanos vulnerables sean invitados cada mes a exponer sus problemas directamente al Ejecutivo.
- Establecer una Ley de Servicio Político Vinculante, que obligue a alcaldes, gobernadores y ministros a residir al menos 15 días al año en zonas vulnerables bajo condiciones reales.
- Crear una Auditoría Social de Resultados Concretos, donde cada autoridad presente cuántas personas vulnerables atendió directamente y con qué resultados.
- Promover la creación de un Observatorio Nacional de la Indiferencia Política, con informes anuales sobre cómo el Estado responde (o no) a la pobreza extrema.