2503-23
----------------------------------------------------
El Perú ha sido paciente. Ha soportado crisis, mentiras y mediocridad. Pero esa paciencia no es infinita. Hoy estamos en el tiempo de la rendición de cuentas: el que no muestra frutos concretos, debe hacerse a un lado. Gobernar no es administrar la espera, es producir resultados. Y el líder que entiende eso no necesita campaña: sus frutos hablan por él.
----------------------------------------------------
"Gobernar es producir resultados, no excusas."
El árbol que no da fruto: gobiernos que agotan la paciencia ciudadana
En política, como en la vida, hay tiempos de espera y tiempos de rendir cuentas. Cada gobierno es como un árbol plantado en medio de la nación: se le cuida, se le riega, se le protege de las plagas. Pero llega un momento en que la paciencia se acaba, y si el árbol no da frutos, se corta.
El pueblo peruano ha sido un jardinero paciente. Ha escuchado promesas, ha soportado crisis, ha aguantado reelecciones encubiertas y pactos debajo de la mesa. Pero esa paciencia tiene un límite, y hoy vivimos el tiempo de la exigencia: o hay resultados, o se acaba el crédito político.
Gobernar ya no es un juego de discursos ni de excusas eternas. Es un contrato de resultados medibles, tangibles, reales. Un gobierno sin frutos es una estafa. Y la historia no tiene lugar para líderes infértiles.
| La otra cara |
El calendario de la impunidad: gobiernos que piden tiempo eterno
En el Perú, cada nuevo gobierno pide paciencia. Hereda la crisis del anterior, denuncia lo que encontró y promete que todo mejorará… en el futuro. Ese calendario de impunidad es una trampa histórica: siempre se necesita un periodo más, un poco más de tiempo, una oportunidad más. Y así, la política se convierte en un ciclo infinito de disculpas.
Pero la paciencia ciudadana no es infinita. Los pueblos que esperan demasiado terminan cansándose. Y cuando eso ocurre, el calendario de la impunidad se rompe y la calle dicta la sentencia. No es amenaza, es biología política: todo árbol infértil cae.
La política de resultados: gobernar para producir frutos
El verdadero liderazgo político entiende que cada día es un examen y cada decisión es una semilla. No hay tiempo para ensayos eternos. Los ciudadanos necesitan resultados, no excusas. Y esos frutos no son discursos, son empleos, escuelas, hospitales, seguridad y justicia.
El poder que da frutos es el único que merece continuidad. El que solo da palabras y justificaciones, merece el olvido. Y esa regla no es populismo: es decencia democrática.
AFORISMOS
1. El poder sin frutos es un fraude.
2. Gobernar es producir resultados, no excusas.
3. La paciencia del pueblo tiene fecha de caducidad.
4. Un árbol infértil es una traición política.
5. Cada día es un examen para el poder.
6. Resultados, no discursos, es el único lenguaje legítimo.
7. La historia no perdona a los líderes infértiles.
8. El pueblo riega, pero también corta.
9. Gobernar es rendir cuentas, no pedir paciencia eterna.
10. Sin frutos, el poder es humo.
PROPUESTAS
- Crear un Calendario Nacional de Resultados, donde cada autoridad publique trimestralmente sus logros medibles, sin adornos.
- Establecer un Índice de Productividad Política, evaluado por universidades, que mida cuántos compromisos reales se cumplen en cada gestión.
- Promover un Sistema de Evaluación Ciudadana Directa, donde los ciudadanos califiquen a sus autoridades con base en resultados tangibles.
- Crear un Observatorio de Excusas Políticas, que registre y evalúe cuántas veces un gobierno culpa a otros y cuántas asume responsabilidad propia.
- Implementar una Cláusula de Infertilidad Política, donde el incumplimiento grave de metas clave active un mecanismo legal de rendición de cuentas acelerada.