2503-28: La política del amor al prójimo: el Estado al servicio de la dignidad

2503-28

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El Perú necesita políticos que entiendan que gobernar es amar. No como eslogan, sino como práctica diaria. Amar es servir al ciudadano, es escucharlo antes de legislar, es mirarlo a los ojos antes de firmar un decreto. Sin amor al prójimo, la política se convierte en un ejercicio burocrático vacío. Con amor al prójimo, la política se convierte en revolución moral.

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"Gobernar es amar al pueblo."

Amar es gobernar: cuando el poder tiene rostro humano

En tiempos donde la política se reduce a números, encuestas y maniobras estratégicas, la esencia del servicio público se ha perdido. Gobernar es un acto de amor político: amor al prójimo traducido en políticas públicas que dignifican la vida diaria.


El amor político no es romanticismo ni populismo barato. Es la convicción firme de que cada ley, cada decreto y cada presupuesto debe mejorar la vida de alguien concreto: el niño sin escuela, la madre sin trabajo, el anciano sin medicinas. Amar políticamente es poner al ciudadano en el centro de cada decisión.


El Perú necesita urgentemente esa política del amor al prójimo, donde el poder se mide no por la cantidad de leyes aprobadas, sino por la cantidad de vidas transformadas. Gobernar es amar. Y amar es servir.



| La otra cara |

La política fría: cuando el poder olvida a la gente


Muchos políticos han convertido el poder en un ejercicio técnico y distante. Gobiernan desde gráficos, deciden desde cifras y hablan de personas como si fueran categorías estadísticas. Esa política fría es cómoda, pero profundamente injusta.


Cuando un ministro habla de “déficit educativo”, olvida que detrás de esa cifra hay niños con hambre que no pueden aprender. Cuando un alcalde dice “déficit hídrico”, olvida que hay comunidades enteras cargando baldes al amanecer. Sin rostro humano, la política es pura gestión sin alma.



La política cercana: amar al ciudadano como política de Estado


El amor político es concreto: significa caminar los barrios, escuchar a los invisibles, construir políticas públicas con nombre y apellido. Es entender que detrás de cada expediente hay un rostro, una historia y un sufrimiento real.


La verdadera reforma del Estado es devolverle alma: humanizar la gestión pública. Gobernar es reconocer al ciudadano como prójimo, no como número. Solo así el Estado deja de ser una maquinaria ciega y se convierte en un hogar común.


AFORISMOS

1. Gobernar es amar al pueblo.

2. Sin amor al prójimo, el poder es solo trámite.

3. La política fría es la madre de la indiferencia.

4. Detrás de cada cifra hay un rostro.

5. El amor político es dignidad traducida en acción.

6. Servir es la forma más concreta de amar.

7. El amor es la verdadera base de la justicia.

8. Un gobierno que ama escucha antes de decidir.

9. El poder humano es el único poder legítimo.

10. Amar es servir sin condiciones.


PROPUESTAS


  • Crear un Sistema Nacional de Políticas con Rostro Humano, donde cada medida de gobierno se evalúe por su impacto real en la vida cotidiana de los ciudadanos.
  • Implementar un Observatorio de la Dignidad Pública, que mida cuántas políticas públicas mejoran efectivamente la calidad de vida.
  • Promover una Escuela de Empatía Política, donde se forme a nuevos líderes en la capacidad de escuchar y entender el sufrimiento ciudadano antes de legislar.
  • Establecer un Consejo de la Ciudadanía Concreta, donde ciudadanos comunes expongan sus casos directamente ante el gobierno.
  • Crear un Informe Anual de Amor Político, donde cada autoridad rinda cuentas sobre cómo sus decisiones impactaron en la dignidad de las personas.